Somos un Hogar que acoge a niños con discapacidades físicas y mentales, desamparados por sus familiares sin recursos.
Somos Familia. Brindamos a los niños atención integral tipo familiar.
El 13 de setiembre de 1980 el hogar abre sus puertas gracias a la Sra. Lidia Barreto de Portillo, quien toma a su único hijo, Albino Luis, como centro de toda la obra. Debido a la complicación de una enfermedad a edad temprana Albino Luis quedó con discapacidad física y mental. Tras la muerte de su esposo, el Dr. Albino Portillo, Doña Lidia decide buscar ayuda en el extranjero, pero no conseguirla, vuelve a Paraguay y funda el primer hogar para discapacitados físicos y mentales.
Una Obra de Amor.
Buscamos lograr el desarrollo físico, emocional y racional de los niños brindándoles apoyo especializado: servicio médico, psicológico, psiquiátrico, fisioterapéutico y pedagógico. Y así lograr nuestro objetivo principal: Integrar a los niños a la sociedad y generar en ellos estima propia.
Hoy el Hogar depende de personas solidarias con corazones inmensos que nos ayudan a mantener nuestras puertas abierta, creando sonrisas y llenando de amor el corazón de nuestro niños.