Una junta directiva activa y comprometida es fundamental para una organización sin fines de lucro, no solo para la recaudación de fondos sino también para la estrategia y proyección de la organización a futuro. Sin embargo, el primer paso para construir una junta eficaz es el reclutamiento, y muchas organizaciones no saben por dónde empezar.
Los expertos en captación de miembros de juntas afirman que “Muchos líderes empresariales increíblemente talentosos desean servir a una causa”, afirma Rob Acton, fundador y director ejecutivo de Cause Strategy Partners, una consultora con sede en Nueva York especializada en la vinculación y capacitación de juntas directivas sin fines de lucro. “Les encantaría encontrar una organización sin fines de lucro que esté en el centro de su pasión. Quieren unirse a una junta, pero simplemente no conocen el proceso”.
1. Establecer las bases
Antes de salir a buscar nuevos miembros para la junta, asegúrate de que tu organización esté lista para recibirlos. ¿Tienes claros los resultados de impacto? ¿Tus finanzas están en orden? Nadie quiere unirse a una organización en crisis sin saberlo.
También es importante que ya exista una estructura definida: reglamento interno, límites de mandato, expectativas claras. Y si estás buscando también un nuevo director ejecutivo o gerente general, lo mejor es esperar a completar ese proceso antes de invitar a nuevos miembros, para que sepan con qué liderazgo trabajarán.
Prepara una lista activa de posibles candidatos: donantes actuales, voluntarios comprometidos, aliados estratégicos. Reúne a tu comité de reclutamiento o a miembros actuales de la junta para hacer sesiones de lluvia de ideas con nombres concretos. Tener un banco de candidatos facilita actuar rápido cuando se libera un espacio.
2. Prioriza la pasión por la misión
Lo más importante no es el dinero o la experiencia, sino la conexión emocional con tu causa. Busca personas que realmente se conmuevan con lo que hace tu organización: que les entusiasme comunicarlo, compartirlo y movilizar a otros.
Después de confirmar esa pasión, pregunta qué esperan ellos de su servicio en la junta. Quienes más aprenden en su rol suelen ser los que más se comprometen. Es preferible alguien profundamente convencido de la causa que una figura reconocida que participa por compromiso superficial.
También considera el concepto de “pasión profesionalizada”: personas que no solo se identifican con la causa, sino que tienen interés genuino en fortalecer la gobernanza y asegurar el éxito institucional.
3. Valora la diversidad de habilidades profesionales
Las juntas suelen estar llenas de abogados, contadores o empresarios. Pero también se necesita gente con creatividad, como expertos en comunicación o marketing, que ayuden a transmitir la misión con claridad y puedan aportar ideas frescas para recaudar fondos.
No descartes a personas sin grandes ingresos: una secretaria parroquial, por ejemplo, conoce a toda una comunidad y puede conectar con quienes tienen capacidad de apoyar. También padres de niños con discapacidad o beneficiarios comprometidos pueden ser aliados apasionados, con conocimiento profundo del problema que aborda tu organización.
4. No te enfoques excesivamente en la experiencia en recaudación de fondos
Idealmente, quieres gente que done y consiga donantes. Pero si no la encuentras, busca personas dispuestas a aprender. Una persona que trabaja en ventas, le gusta contar historias o disfruta conversar puede convertirse en un excelente recaudador con la formación adecuada.
Además, recaudar fondos no es solo “pedir”. Se necesita quien conecte con posibles donantes, organice eventos, consiga donaciones en especie o mantenga relaciones con empresas. Hay muchas maneras de contribuir, y el entusiasmo muchas veces compensa la falta de experiencia.
5. Sé claro con lo que esperas de cada miembro
Define claramente las expectativas desde el inicio: si esperas una donación anual, si deben participar en eventos, si deben asumir roles específicos. Puedes decir algo como: “Queremos que seas un donante significativo para la organización, entendiendo que eso puede crecer con el tiempo”.
Invita a los candidatos a una reunión de junta como observadores o a participar en una actividad de campo, para que conozcan mejor la organización. Otra opción es que colaboren primero en un comité antes de integrarse formalmente a la junta. Así puedes evaluar su compromiso y estilo de trabajo.
6. Evita errores comunes
Uno de los errores más frecuentes es minimizar el compromiso que implica ser parte de la junta: decir que solo serán cuatro reuniones al año, cuando esperas mucho más. Otro error es invitar personas por compromiso personal o por ser “figuras conocidas”, aunque no tengan real interés en la misión.
También es común asumir que alguien va a aportar sus habilidades profesionales automáticamente. A veces un contador quiere ayudar en comunicación, o un abogado quiere enfocarse en voluntariado. Pregunta qué quiere aportar cada persona.
Finalmente, cambia tu visión sobre las juntas directivas: no son un mal necesario, sino una gran oportunidad de fortalecer tu organización con aliados comprometidos. Invertir en reclutar, motivar y acompañar a los miembros correctos puede transformar tu impacto.
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